Tertulia «sociedad violenta»

En la tertulia a la que me invitaron ayer por la tarde, para hablar sobre «sociedad violenta», no imaginé que iba a acabar experimentando ira, para mí, debatir con el abogado de cuatro miembros de la «manada», escuchando, tratando de respetar los turnos y gestionando que lo que iba a transmitir no partiese desde la emoción sino desde la razón ha sido una experiencia intensa.

Gracias por las miradas cómplices y empáticas que me acompañaban en el silencio, espero haber podido transmitir también vuestra voz.

Si queréis ver la tertulia al completo Tertulia «sociedad violenta» programa vamos a ver

Sororidad

El #feminismo lleva muchísimo tiempo trabajando para lograr la equiparación de los derechos entre personas, sea cual sea su sexo.

Ahora nos toca continuar a las que nos encontramos en una situación más cómoda, no podemos exigir que luchen por las demás quienes ni si quiera por miedo, tienen el valor de salir de una relación violenta, no podemos pedir que niñas criadas en cultura marcada por el patriarcado y la desigualdad alcen la voz, no es admisible tolerar el silencio, porque el silencio ante la injusticia es ser cómplice con el bando equivocado.

No pasa nada por cuestionarse, no pasa nada por descubrirse machista, no tienes culpa de haberte impregnado de esta normalidad desigual, de lo que si eres responsable es de darte cuenta y no querer cambiar porque las mujeres sostienen tus privilegios, o de seguir sosteniendo privilegios o limitEl #feminismo lleva muchísimo tiempo trabajando para lograr la equiparación de los derechos entre personas, sea cual sea su sexo.

Ahora nos toca continuar a las que nos encontramos en una situación más cómoda, no podemos exigir que luchen por las demás quienes ni si quiera por miedo, tienen el valor de salir de una relación violenta, no podemos pedir que niñas criadas en cultura marcada por el patriarcado y la desigualdad alcen la voz, no es admisible tolerar el silencio, porque el silencio ante la injusticia es ser cómplice con el bando equivocado.

No pasa nada por cuestionarse, no pasa nada por descubrirse machista, no tienes culpa de haberte impregnado de esta normalidad desigual, de lo que si eres responsable es de darte cuenta y no querer cambiar porque las mujeres sostienen tus privilegios, o de seguir sosteniendo privilegios o limitando a niños y niñas por su sexo, simplemente porque «así ha sido siempre», no sigas en la incómoda comodidad de lo conocido y ¡vamos a la incómoda y futura comodidad de lo justo!

Si nunca te has sentido condicionado por tu sexo, simplemente presta más atención, atrévete a ver la realidad, y si aún así crees que tu vida no está limitada, me alegra decirte que somos unas ¡PRIVILEGIADAS! y desde esta posición quien mejor que nosotras para luchar por seguir equilibrando la balanza de este Mundo…ando a niños y niñas por su sexo, simplemente porque «así ha sido siempre», no sigas en la incómoda comodidad de lo conocido y ¡vamos a la incómoda y futura comodidad de lo justo!

Si nunca te has sentido condicionado por tu sexo, simplemente presta más atención, atrévete a ver la realidad, y si aún así crees que tu vida no está limitada, me alegra decirte que somos unas ¡PRIVILEGIADAS! y desde esta posición quien mejor que nosotras para luchar por seguir equilibrando la balanza de este Mundo…

¡ESTOY HARTA!

Me siento muy triste, estoy enfadada, rabiosa, desesperanzada incluso, pero no pienso dejar que esto me haga callar.

Estoy harta de ver a diario noticias que hablan de mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas, de ver que empieza a oírse con tanta asiduidad que temo que se normalice, estoy harta de que la lucha por salir de la violencia suponga jugarse la vida, porque sabemos que esa fase es la más peligrosa y que los medios fallan, pero no se cambian…

Estoy harta no sólo de lo que pasa, sino de lo que preveo que pasará, de ver que los valores no cambian, sino que se radicalizan, que no educamos en libertad y en igualdad, que los adolescentes cada vez son más intolerantes al malestar, y eso implica no tolerar que otra persona no quiera estar conmigo o no actúe como yo considero que debe hacerlo.

Estoy harta de escuchar que las personas como yo somos «feminazis» y que odiamos a los hombres. Estoy muy harta de esa guerra de sexos que inventa quien no quiere la igualdad real, quien no admite que las personas valemos por ser, independientemente de ser mujer o hombre.

Estoy harta de frases que argumentan que debemos respetar a las mujeres porque «tú naciste de una de ellas», no creo que sea necesario convencer a nadie porque le toque de cerca, hay vida más allá de nuestro ombligo, este no tiene que ser el motivo para moverte, yo no nací de un gato y también creo que merecen respeto. El respeto se merece porque nadie es más que nadie, y no quiero que esto quede en una frase hecha, es «tal cual», nadie tiene derecho a tratar a nadie como si fuese inferior o superior a él, y esto no entiende de sexos.

También estoy harta de que la violencia de género se considere una lucha de mujeres, erradicar lo injusto debe ser una lucha de personas.

Estoy harta de comprobar que se necesita ver muertas para visibilizar que la violencia es real, cuando la sutil, la psicológica, forma parte del día a día de muchísimas personas que nunca jamás aparecerán en estadísticas.

Estoy harta, como no, de… ¡LOS SILENCIOS!, de los silencios de los que tenemos voz, y que en muchas ocasiones solo abren la bocaza para criticar el silencio de quién está callada por el miedo.

Estoy muy harta de oír que los hombres son víctimas, ¿se trata esto de un partido de fútbol en el que se gana la copa de la victimizacion?

Creo que cada persona vive su propia historia, y en esa a nivel particular se podrán matizar los victimismos según quién los cuente, mire o viva, pero no dejará de ser al fin y al cabo un criterio subjetivo que por supuesto nunca servirá para generalizar nada.

Más allá de discutir quien tiene culpa de que, o quien es más víctima, creo que debemos centrarnos en cómo acabar con esto y me agota ver que no hacemos prácticamente nada, cada frase machista, cada silencio ante un hombre hablando de una forma intolerable de las mujeres, cada mujer generalizando insultos o creencias sobre los hombres, cada hecho criticado en función solo de si quien lo ha hecho es una mujer o un hombre, ¿estamos tontos? ¡Lo que está mal, esta mal!, lo haga quien lo haga, y lo que está peor, es ver que alguien está haciendo las cosas mal y callar o incluso minimizar el hecho.

El silencio nos hace cómplices de lo injusto y yo estoy harta de esta sopa de machismo en la que vivimos, a la que no se deja de dar fuego para que hierva, pero luego nos indignamos porque los «fideos cocidos» se dejan morir dentro, como si ellas fueses las culpables de verse inmersas en una relación que las hace daño. Aún me indigna más ver que el futuro del mundo, sigue siendo lanzado a esa sopa con cada gesto en contra de la igualdad.

Estoy harta de que se siga interpretando que el machismo es de hombres contra mujeres, el machismo nos perjudica a todos y son responsables, todos los que lo mantienen sin ni siquiera cuestionarse, nos acota la mente inculcándonos cómo debemos comportarnos según los genitales con los que hemos nacido, es tan absurdo….

Víctimas somos todos, los que lo vivimos de una forma directa o indirecta, porque lo que pasa en la sociedad debería incumbirte.

Estoy harta de ver que somos muchos los que sufrimos viendo que esto no cambia, y si lo hace es a peor, o avanza muy despacio porque ¡NO NOS MOVEMOS!

Lorena Sahagun (una persona como otra cualquiera, que nací mujer por motivos que obviamente yo no decidí y por eso no sirven para argumentar nada de mi comportamiento, que me crié en una sociedad llena de sutilezas machistas que también me impregnaron pero no impiden que me cuestione la vida, lo que creo, lo que considero injusto y lo que yo puedo cambiar en mi)